Leyendo el Periódico La Propaganda nº 87 del 04.07.1884, publicado en el Burgo de Osma, periódico de intereses generales y políticos, ciencias y literatura, descubro que lo que hoy esta tan de moda de la corrupción, los Bancos con sus preferentes, las hipotecas los desahucios y demás desgracias no es cosa del siglo XXI, si no que viene de lejos, por lo menos desde el siglo IXX en Torreblacos.
Mira por donde en este periódico publican una nota sobre Torreblacos, y descubro que teníamos un banquero, bueno dejemoslo en prestamista, me quiero imaginar que sus "servicios" se prodigaban en todo el valle del río Abión y que a buen seguro los pueblos colindantes solicitaban sus servicios, o mejor dicho los desdichados que necesitaban financiarse acudían a su "banca", en aquellos tiempos que no existían los bancos "oficiales" si que existía el que cubría ese nicho y bien que lo debía de hacer para ser noticia en un periódico noticia no buena ya que lo cierto es que las quejas debieron ser muchas para que un periodista le dedicase en primera pagina su espacio.
Os transcribo la noticia:
El que debe de ser feliz es un vecino de Torreblacos. El pobrecito prestaba al módico interés de 500 por 100 al año, y se quedaba tan fresco. Hace más, en el momento en que alguno de sus parroquianos se quedaba a pedir limosna, por su culpa, le visitaba a fin de que se consuele y no se apene, condoliéndose de haber tenido que embargarle.
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Un buen mozo escribió á su amante pidiéndola dinero.
He aquí la P.D. de la carta:
Me ha dado tanta vergüenza pedirte dinero, que acordándome que te he mandado la carta con un mozo, he salido corriendo en busca de él para que no te la diera. Si la carta llega a tus manos es que no le he podido alcanzar.
Lo mismo hace el tal vampiro. cuando ya no tiene remedio, trata de lavar la herida que ha causado. Excelente personaje. Estoy seguro que es..... ¡calla! - Bueno, callaré.
Velocipedo.
Los tiempos no han cambiado, seguimos en la misma senda que iniciaron nuestros antepasados, aunque tengo que reconocer que estos servicios aunque caros y usureros podían salvar a quien lo pedía "quizás" de una desgracia mayor, no obstante esta claro "el banco siempre gana" en este caso el prestamista.
Ya han pasado 128 años desde esta noticia, veo que el periodista calla y no dice quien, igual que ahora que ni la prensa, ni la tele ni la radio nos aclaran quienes son los "usureros". Ahora vamos al banco como si ese fuese el templo donde vamos a conseguir la bonanza, nos engatusan con un calendario o unas sartenes de regalo que no valen nada y nos hacen prisioneros y reos por el resto de nuestros días. Quizás era mejor el método del prestamista, por lo menos lo podías ver cada día y mirarle a los ojos, hoy te quedas mirando el cajero automático como un j......., que claro no tiene sentimientos y no te suelta ni un billete si no tienes con que responderle.
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