BIENVENIDA / O

Bienvenida / o
Gracias por leer este Blog y participar, pon tus impresiones y fotos para compartir.
YA ESTAMOS EN PRIMAVERA

CONTACTO

Si quieres participar o consultar: torreblacos@hotmail.com / torreblacos@yahoo.com
No camines delante de mi, puede que no te siga. No camines detrás de mi, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo. (Albert Camus, 1913-1960)

jueves, 10 de septiembre de 2015

Me cuesta mucho

Me cuesta mucho volver a este blog, y me cuesta porque ya hay veces que tengo la sensación de ser un intruso y que me adentro en un terreno abandonado.Es una propiedad privada en la que se ha cesado cualquier actividad.La única duda que me hace volver es la de que esa inactividad no sea algo premeditado, sino porque haya venido obligado por los acontecimientos o por cualquier motivo que no conozco, y por tanto no me permito juzgar. Pero con independencia de esas elucubraciones, a la que soy tan aficionado, he de reconocer que me produce cierta alegría volver por estos foros y pensar que lo puedo leer alguna de esas personas que he conocido más de cerca en estos últimos meses y que han llegado a ruborizarme con sus comentarios , pero que también me han dado mucho que pensar. Y es que somos de dos pueblos separados por dos kilómetros, pero casi siempre hemos vivido a distancias siderales. Qué poco nos conocemos y qué poco nos esforzamos por acortar distancias y estrechar relaciones. Y para que nadie piense en que es una crítica, me refiero sobre todo a mí , que nunca he ido más allá de un saludo o , como mucho, de una sonrisa hacia aquellas personas con las que podemos tener en común muchas más cosas de las que pueden parecer. Y es cuando nos envolvemos en la nostalgia o cuando definimos a personas que no necesitan de la mano de este pobre escritor para que se reconozcan unos méritos que a veces están ya grabados en el cielo con letras doradas. Cuando nos paramos a pensar y a decir algo de alguien es entonces cuando descubrimos que esos dos kilómetros de distancia los podemos recortar hasta vivir pared con pared. Entonces la soledad parece más acompañada y se desvanece ese sentimiento de intrusismo al pisar estos terrenos tan privados. Es la vida, la otra cara de la vida, que es la más importante pero la menos conocida.