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No camines delante de mi, puede que no te siga. No camines detrás de mi, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo. (Albert Camus, 1913-1960)

martes, 30 de diciembre de 2014

FELIZ AÑO A TODOS

Los números de los últimos días del año se resbalan sin remedio del calendario. Se caen más rápido que el resto porque apenas tienen donde agarrase y porque están llenos a rebosar. Son pocas fechas para acoger tantos sentimientos y tal cantidad de acontecimientos. Están llenos de nostalgia, de buenos deseos, de ausencias, de presencias abrumadoras, de decepción, de dolor, de amor, de ilusión. Parece que nos reservamos para esa última semana de cada año. En pocos días queremos decir todo lo que no hemos dicho hasta entonces. En una semana queremos hacer todo lo que nos ha quedado pendiente en las otras cincuenta. En cuatro días festivos queremos celebrar todas las celebraciones que teníamos previstas y no habíamos podido realizar. Son días de frenesí. Te encuentras al calor del bar con esos amigos a los que no has visto en todo el año, y entre caña y caña quieres recuperar todo el tiempo perdido, hasta que te das cuenta que no hay tiempo para frenar el paso del tiempo. Te observas mirando los escaparates buscando esos regalos que siempre has prometido. Y de repente descubres cómo han aumentado los regalos. Antes era Los Reyes Magos y se acabó. Ahora ya no, no. Ahora empiezas por el amigo invisible (¿?), continúas con Olentzero o Papa Noel, o Santa Claus y cuando llegan los Reyes te das cuenta que todavía te queda imaginación, pero que lo que no te queda es dinero. Y es que parece que los regalos son la antesala de la amistad, una garantía de continuidad, una forma de mantener las buenas formas, o lo que es peor una forma peor que otra cualquiera de pagar favores o preservar simpatías. Y todo, eso sí, en un ambiente muy navideño y muy familiar, y ojala que siga así, lo de familiar digo. Es una buena idea lo de que estos días que se come tanto y se bebe más, las celebraciones se hagan en casa, porque así se quedan entre esas cuatro paredes la mirada furibunda que lanzas a tu cuñado cada vez que presume de lo bien que la va la vida cuando te dice que se acaba de comprar un apartamento con derecho a terraza en la playa de Alcobendas. Te alegras de que no se te pueda oír lo que piensas cuando tus suegros te dan lecciones de cómo se debe educar a los hijos y te dicen que antes sí que había respeto y que lo que hay ahora no es más que una fauna de vagos y maleantes agarrados al botellón. Después viene la retahíla de que les damos todos los caprichos, que somos unos blandos, y que así nos van a salir. Yo a veces para salir de estos atolladeros me pongo a hablar de la mili. Ahí de una tacada eliminas a todas las mujeres y a los menores de 40 años y a los que se libraron, con lo que las posibilidades de enfrentamiento pueden ser menores. Ni por esas. Siempre hay alguien que ha hecho menos guardias que tú, que ha ligado más que tú y que no fallaba ni un tiro aunque se le olvidara cargar el cetme. Entonces y ya con un par de copas, te das por vencido y te lanzas a tumba abierta, sin importarte las consecuencias. Y vas y te pones a hablar de política. Se arma la marimorena y entre los gritos, los insultos y las descalificaciones, te das cuenta que todo son de PODEMOS desde hace treinta años, exactamente los mismos que llevan diciendo que esto ya lo veían venir, que este país se va a la mierda, y que tú ya sabías que eran todos un atajo de chorizos que se quedaban con todo lo que pillaban por el camino. Descubres que nunca nadie ha votado a los que mandan, todos son de la oposición y te acabas creyendo que tú que no te has acercado a una urna en tu vida eres el culpable de los millones de votos que ha obtenido el partido de los chorizos y mangantes. Y ya como estás en clara caída libre, vas y empiezas a hablar de religión. Ahí se desata la tercera o cuarta guerra mundial, o las dos a la vez. Los curas pasan de ser la reserva espiritual de occidente a un atajo de pederastas, e incluso puede ser el mismo o la misma el que diga las dos cosas a la vez sin el más mínimo sentido del ridículo. Los que van a misa todos los domingos dicen que han sido siempre ateos y que sus hijos hicieron la primera comunión por el traje y los regalos, y que ellos jamás han creído en esa sarta de sandeces que se dicen en el interior de la iglesia. No te quedas pasmado porque entre las copas y la calefacción empiezas a notar las primeras gotas de sudor resbalando por el interior de la camisa. Y como ya no tienes nada que perder, vas y sueltas a viva voz y a pecho descubierto que Messi es el mejor jugador del mundo. Se hace un silencio espeso. Dura poco, exactamente los mismos segundos que tardan algunos en ponerse la cara como un tomate y en hincharse las venas del cuello ( yo no sabía que había tantas). Oye, y automáticamente te contestan dos cosas que para ellos van unidas. Una, que puede ser verdad, es que Ronaldo está a años luz del pitufo argentino, y la otra, que te deja boquiabierto, es que te dicen que se nota que eres un independentista de los coj... y que si no te gusta España que qué haces aquí y bla,bla, bla, bla... Entonces yo reconozco que me crezco y es cuando les suelto, que Messi y Ronaldo me la trae al pairo y que el único equipo serio que conozco es el Numancia, que no tiene deudas y que en lugar de gastar el dinero en tonterías hace obras sociales y solidarias. Aquí reconozco que los dejo sin defensa durante unos minutos. Me imagino el interior de sus cabezas como una centrifugadora buscando argumentos que me hagan besar la lona. Y de repente el gracioso de la cena, envalentonado por las copas, me dice que eso es imposible, que los sorianos somos unos agarrados y que le extraña mucho que hagamos obras de beneficencia. Y aquí reconozco que ya tengo la respuesta preparada porque la he usado muchas veces. Le miro fijamente y le contesto. Tienes razón los sorianos somos unos tacaños, no me cuentes el chiste del inventor del hilo de cobre que ya me lo sé. Continúo. Los sorianos somos tan agarrados como sensibles, y entre gastarnos el dinero en una cena de mierda con estos retales de familia o dar ese dinero a los pobres que no tienen para comer, siempre decidimos dárselo a los más necesitados. Pero los sorianos, que lo tengas claro, damos el dinero una vez y para una sola cosa, así que me imagino que tú que eres un tío espléndido y capaz de dar tu dinero para dos o más cosas, serás capaz de hacer obras benéfica y pagar este cena, que para eso estamos en tu casa y gastamos tu luz y tu agua. Así que ya sabes, apoquinas y al año que viene vuelvo para que tengas alguien con quien desahogarte. Como se suele decir, mano de santo. Inmediatamente cambiamos de conversación y evitamos tocarnos las narices porque estos combates nunca resisten dos asaltos. Es más, después de todo esto podemos comernos las doce uvas y desearnos lo mejor para el nuevo año. Eso sí, sin darnos la espalda y con una sonrisa recién sacada del congelador. Así que no me extraña que estos días con tanto peso familiar, vuelen por las últimas filas del calendario con ganas de esconderse y no volver a salir por lo menos hasta el año que viene. A pesar de todo, por si acaso, Feliz Año.

martes, 23 de diciembre de 2014

feliz navidad

A veces los deseos quieren ser tan buenos que no encuentran palabras para expresarse.Son fechas en las que nos cargamos de buenos propósitos y nos cubrimos de un halo de bondad que nos obliga a llenar de las mejores intenciones el mundo que nos rodea.Son fechas propicias para el olvido de lo humano y para encumbrarno en objetivos divinos.La Navidad se convierte en un examecolectivo de conciencia , y todos queremos cerrar el balance del año con el haber lleno de números positivos y el debe con un raquítico cero despreciable.En dos semanas queremos superar todos los obstáculos que nos han ido poniendo los otros 350 días y nos damos un baño de amnesia para acercarnos a lo sublime y dejar lo terrenal tirado a los pies del olvido.La Navidad alumbra una nueva vida en la que no tiene cabida la mezquindad, la envidia , el embuste o la patraña.Nacemos al nuevo año inmaculados, limpios de polvo y paja, y con un aura de buenas personas que se nos antoja imposible de perderla en el año siguiente.Pero todos sabemos que antes o después se resiente, se rompe, se resquebraja o directamente se destruye.Y es que si no fuera así la Navidad no tendría razón de ser.Sólo el sentirnos culpables nos hace sensibles en estos días, sólo el haber sido injustos nos hace enmendarnos, sólo el haber sido distantes nos invita a la cercanía, únicamente el haber perdido el amor, la familia, la amistad,.... nos hace llegar a estas fechas buscando siempre un reeencuentro, un recuerdo , un abrazo, un beso o simplemente una mirada de complicidad.Es lo que tiene la Navidad.Tiene propósito de enmienda y por eso todos la llenamos de buenos deseos para los demás.Pues eso os hago llegar mis buenos deseos y ojalá se cumplan todos los vuestros.FELIZ NAVIDAD.

jueves, 16 de octubre de 2014

A un molinero de Blacos Me gustaba especialmente su camino alfombrado y verde, siempre protegido y abrigado por un techo de ramaje y flores que proporcionaba sombra fresca en verano, y abrigaba del viento y de la lluvia en invierno. Completaba el cuadro una alfombra de huertos fértiles y abundantes y los sonidos de un río frío y productivo. Era un sendero corto pero intenso hasta llegar a las puertas del molino. En su interior se descubría un mundo febril, un angosto centro de producción de energía y de harina mediante un proceso simple pero básico para la economía de aquellos años. En alguna ocasión he descrito su interior y a alguno de sus personajes que permanecen clavados en mis recuerdos. Pero a veces la realidad vive de los sueños. Y me imagino a sus moradores en esas noches desangeladas, tapados hasta la cabeza en la cama, asustados por el ruido de la tormenta y por el tumulto del agua apretándose para pasar por debajo del molino, con el riesgo de reventar la pared ante la impaciencia del caz por desahogarse. Por fuerza tenían que ser noches distintas, como lo serían esos insomnios de agosto en los que la cama podía parecer un sofá en medio de un paraíso de ruidos y sonidos de todos los animales que en aquellos años superpoblaban cualquier árbol o matorral que encontraban. A veces también me da por pensar en esas mañana de agosto cuando al abrir las ventanas descubrían un mundo nuevo, parecía igual que ayer pero era distinto. Las ventanas del molino podía ser una especie de pantalla de cine en la que cada día veías la misma película pero con distinto guión. O esas mañanas de invierno, con el frío pegado a los huesos, en las que al asomarte a las ventanas descubrías una manta blanca que llenaba de escarcha las ramas y dejaba descolgar algunos chorretes de hielo desde las tejas de un poco más arriba. Las ventanas del molino las idealizo como una terraza abierta al mundo en la que veías la vida pasar y a la gente llegar mientras comenzabas a desperezarte para aceptar el reto de otro día de mucho trabajo. A veces en esas mañanas de nieve también se podía descubrir desde esa ventana que los límites de la vida se habían encogido. La intensa niebla había borrado los perfiles del pueblo y el molino parecía estar más sólo y más aislado que nunca. Una soledad que acababa imprimiendo carácter y perfilaba una forma de ser y una forma de vivir diferente a la del resto de vecinos que vivían un poco más allá. Tengo la sensación de que desde el molino se contemplaba un paisaje siempre distinto del que disfrutaban desde más allá del puente o desde encima de la cuesta del Palomar. Ser molinero, o hijo de molineros, imprimía un sello especial que se notaba en sus gestos, pero sobre todo se nota en sus recuerdos. Parece que el Molino es un referente continuo para los que vivieron entre sus paredes. Y un ejemplo puede ser el del flaqueño que escribe un poco más abajo. Le costaba, por ejemplo, mucho más llegar a la iglesia que a los demás. Y por el camino tenía tiempo de agudizar la vista y el oído y entrenar el olfato, para que muchos años después recuerdes perfectamente el olor de los días de fiesta, los acordes de las bandas locales o las imágenes de esas fiestas autóctonas de aquellos tiempos de uniformidad. Y es que, pienso, hacer el camino del molino tantas veces, unas al frescor del verano, y otras al abrigo del invierno, son experiencias que se graban en el ADN.Y acabas descubriendo que puedes haber nacido en un sitio y acabar viviendo en otro muy distinto. Pero hacer ese camino te acaba dando el dni de Blacos porque el Molino entre sus muchas funciones, a veces tenía una fundamental, se convertía en la pila bautismal de los que pasaban por allí.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Merece la pena

Merece la pena de verdad.Ya sé que yo también he estado a punto de rendirme, pero tampocom exige tanto esfuerzo seguir escribiendo aquí.Te pones delante del teclado y enseguida se te ocurre algo.Por ejemplo recordar ese vídeo de las fiestas de Torreblacos en la que tres amigos cantan una canción de Fito Páez.Inmediatamente empiezas a preguntarte si serán del pueblo, si serán de otro pueblo, si cantan bien o lo hacen regular.El vídeo te despierta una sonrisa, lo comentas con amigos y conocidos.Y estos a su vez lo comentan con otros y al final se despierta la curiosidad de unos cuantos y alguno puede acabar buscando información en este blog con lo que se pone de nuevo en marcha la cadena de seguidores, mucho más fácil que engrasar la maquinaria de los escribidores que son pocos o ninguno como se puede observar en todo este tiempo.El esfuerzo de poner en marcha este blog sólo tiene sentido si se hace un esfuerzo por mantenerlo en funcionamiento.Incluso con esas cosas que a muchos le pueden parecer triviales cuando las escribe, pero que cobran distinto sentido y diferente interpretación para cada uno que se acerque a leerla.Da igual que lo hagan de forma anónima o publica.De lo que se trata es de mantner vivo y fértil este pequeño cordón umbilical que nos une en torno a unos recuerdos, vivencias o incluso mentiras piadosas sobre ese pequeño rincón del mundo que se llama Torreblacos.Merece la pena, de verdad.

martes, 18 de marzo de 2014

Baraka, el julio Iglesias del Regato

Vivo en una absoluta indecisión. Y por eso necesito vuestra opinión para saber qué decisión tomar. De momento sí os pediría que dejéis de halagar a mi primo el Baraka, porque después de los últimos piropos el tío se ha venido arriba y me tiene desquiciado totalmente. Ayer después de mucho pensarlo decidí llamarle para saber si va a ir en Semana Santa a Blacos. Vaya error el mío. Empezó diciéndome que antes de responderme tenía que consultar su agenda para esos días. Es fácil entender que yo empecé a acordarme de toda su familia, incluida la compartida. Después de tenerme cinco minutos a la espera y que los dedicaría, seguro, a tocarse los h..., volvió a coger el teléfono y me contesto que "esos días los tenía libres". Vale, lo que yo pensaba, se quería dar coba como las celebritys de Barakaldo o como Carmen Lomana y Belén Esteban, que viene a ser lo mismo. Y automáticamente, me leyó la lista de lo que necesita para honrarnos con su presencia. Me da vergüenza pero os lo tengo que contar para acabar con el mito de primo bueno y amigo simpático. Es lo que sigue: -Disponer de tres habitaciones. Una para descanso, otra para maquillaje y otra para la reina de su casa. -Las tres habitaciones deben estar con telas de terciopelo blanco desde el piso hasta el techo, mientras que el suelo debe estar tapizado con alfombras negras. -En el salón quiere sofás nuevos, también de color blanco, con cajas de pañuelos en sus cojines, cajas que deben ser cuadradas y nunca ovaladas.(Debe ser que llora mucho viendo la tele). -En todas las estancias de la casa deben arder velas con aroma a limón, albahaca o mandarina de la marca Jo Malone. -A la hora del desayuno no debe faltar en la mesa pan de hogaza integral, manzanas de la marca Knudsen o Martinellis, y botellas de agua San Pellegrino en cristal. También pide galletas con chispas de chocolate. Aquí no dice o no sabe la marca y se calla. -En la comida no deben faltar dos botellas de Veuve Clicquot, que como todos los de Bilbao saben es el champan más caro del mundo y que aparte de Barakaldo se bebe en muy pocos sitios. No deben faltar tampoco vitaminas azucaradas ( aquí lo entiendo porque el pobre sigue en los huesos). -Si toma café, le parece bien, pero siempre que sea batido con la cuchara siempre en el sentido de las agujas del reloj.(lo que no dice el capullo es quien se lo tiene que batir) -En el baño exige seis juegos de toallas negras, una silla de maquillaje y un lote de champú anti caída (¿¿??). En la mesita debe haber siempre crema revitalizadora, antiarrugas, con efecto rejuvenecedor, y anti celulitis. También pide un espejo de cuerpo entero (pobrecillo encima cegato).Y bien visible deberá haber siempre unas botellas de Baccardi y siete latas de Coca Cola Zero (debe ser para no engordar) -Para cenar quiere que haya siempre un surtido de ibéricos, cinco jotas mínimo. Otro surtido de quesos, de todos menos del de los gusanos. Y de nuevo agua mineral y bebidas energéticas. Luego dice algo del rascador de pies, pero no lo entiendo. -Y por último, en la peña debe haber siempre una temperatura de 25 grados y medio, necesita que se le reserve el asiento más cercano a la fuente de calor, que el Baccardi esté a temperatura ambiente, que la Coca Cola sea ligth ( debe ser que por la noche la Coca Cola Zero engorda).Y también me obliga a hablar con Vicente y Enrique porque quiere que prohibamos las conversaciones sobre Campsa y sobre cazadores. Tampoco ve con buenos ojos que Miguel se ría de todo, que Sixto se duerma, que Eduardo también se ría de todo, que Cristóbal huela siempre tan bien, que Elvira sea tan discreta y buena persona, que Alfonso se ponga en la esquina, que Ana llegue la última, que Mari Carmen se siente al lado de Arantxa y de Sara, que Iñaki sepa hacer todo lo que él no sabe, y que Mari Cruz se beba un cubata. Bueno me dijo que lo del cubata no le importa, siempre y cuando no le gaste el Baccardi. Descubrí que los únicos que le caen bien son Serafín y Rosalía. Debe ser porque siempre traen cosas ricas para comer y eso al Baraka le llega al alma. -Ah, y dice que si le sacamos fotos no las podemos publicar hasta que él no las someta al Photoshop.Y esto lo da como alternativa, le gustaría que las únicas fotos que se vean en el pueblo sean las suyas. Como veis estoy en un sin vivir. Luego le pasé la llamada a mi hermano que trataba de explicarle que lo de llevarlo en andas es imposible, que las procesiones de Semana Santa son para la Virgen y que no podemos romper la tradición por un capricho de un primo, aunque sea el primo de sus ojos. En cuanto acabe de escribir me voy al Decathlon a comprarme una tienda de campaña. O se va el baraka o me marcho yo, porque esto no se puede aguantar.Y si no voy en Semana Santa, como diría me querido Sabina es porque ME SOBRAN LOS MOTIVOS.

miércoles, 22 de enero de 2014

Cerrado por derribo

¿ Qué pasa? ¿ Que el páramo soriano ha llegado ya a estás paginas? Da la sensación de que al otro lado de esta hoja en blanco sólo queda el silencio y la oscuridad.Parafraseando a mi querido Joaquín sabina, parece que Torreblacos esta cerrado por derribo.Ya no visitamos a los gatos en las noches de luna llena, no vemos sombras en los portales, no nos abrazamos debajo de cada farola y ya no podemos contar la historia de amor de aquel pueblo con bar.Y por tanto parece que nunca nos volverán a dar las diez... las once... y no nos pillará desnudos el amanecer ni volveremos a recostar nuestra cabeza en el hombro de la luna.Y sin darnos cuentas cerraremos casa en la Calle Melancolía para irnos de nuevo a vivir al lado de esa amante inoportuna que se llama soledad. En la torre ya había antes mucha soledad, pero ahora vive acompañada del más absoluto de los silencios, incluido el virtual.Tengo la sensación de que yo soy el único que lee lo que escribo, y como esto no me parece de recibo me puedo dedicar a naufragar.El mar de la torre ya se ha quedado viudo del oleaje y desespera hasta que lleguen mejores tiempos y el sol caliente los corazones quebrados por el invierno.Lo dicho, parece que asistimos a un abandono por derribo, habéis empezado a arriar todas las banderas y ya sólo queda esa que tiene una tibia y una calavera.Que pena, que tristeza, pero bueno, peor fue aquel verano que no paró de nevar.Hasta que nos veamos... si no nos vemos antes.