Hay que cambiar el futuro de nuestros pueblos

Habitualmente cuando me preguntan de donde soy y digo que de Soria no hay problema.Ahora todo el mundo conoce nuestra provincia y la conocen no sólo como lugar de paso para ir a Madrid, sino porque poco a poco han ido encontrando en ella los suficientes atractivos como para que sea un destino final y no de tránsito.Cuando alguien quiere indagar un poco más y me preguntan por el pueblo en el que nací, entonces suelo utilizar dos opciones indistintamente.O bien digo que en un pueblecito cercano a Calatañazor, la conoce todo el mundo, o por el contrario digo: -mira, soy de Blacos, un pueblo que tienen 14 habitantes en invierno y un cura experto en funerales pero aprendiz de bautizos y comuniones -.Lo curiosos es que a los navarros, donde yo vivo, les cuesta creer que exista un pueblo tan pequeño aunque ellos tienen ejemplos por cualquier parte.Yo siempre he dicho que soy de un pueblo de Soria, y siempre lo he dicho con orgullo porque creo que hay que estar orgullosos de los orígenes de cada uno.Por eso me ha dolido mucho la actitud de algunos sorianos que han escondido su procedencia y han adoptado la del lugar de residencia.Esto muestra una actitud acomplejada y una mente empobrecida, entre otras cosas porque nacer en Blacos o en Torreblacos hace tiempo que se acerca más a un milagro que a una realidad.Nacemos tan pocos que debería estar prohibido negarlo.No es como nacer en Madrid o Barcelona, por ejemplo, que está al alcance de millones de personas. Y por eso también, una forma de defender nuestro pasado es afianzar el presente o sobre todo preocuparnos por el futuro.Seguir leyendo.... pulsar: "más información"


El otro día escuché que en un pueblo de Palencia ,que se estaba quedando sin gente, compraron un grupo de Bisontes, de esos que vemos en las películas del Oeste, para evitar que desaparezca la especie y han conseguido convertirse en un polo turístico, que además asegura trabajo a los que viven allí y seguro que les quita las ganas de irse a otro sitio.En Blacos ya se han dado pasos, pequeños pero esperanzadores.Hay una Casa Rural con ocupación más que significativa que permite entre otras cosas que a través del universo virtual llegue a todo el mundo y haya alguien atraído por ir a llí. Es una forma de luchar contra una despoblación paulatina y rápida.Siempre que se cree una posibilidad de permanecia en Blacos o Torreblacos, siempre habrá alguien dispuestos a quedarse.Así, casi sin darse cuenta, se puede comenzar a cambiar el futuro de nuestros pueblos.