LA EPOCA DEL MIEDO

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De pequeño siempre he escuchado a mis abuelos y a mi padre los relatos de la época negra de España, la época del miedo, el terror y la infamia, cuando te contaban las necesidades que se pasaban, el miedo a la Fiscalia de Tasas y las mil una maneras de esconder lo poquísimo que se tenía para que no te lo requisasen, era mera supervivencia ya que sin esos recursos lo que se pasaba era más que hambre.

Aparte de esas infames requisas a los campesinos, las cuales eran obligatorias y se correspondía con un porcentaje de lo que obtenían de su trabajo, había otra forma aun más terrorífica.

Esta claro que todos debían demostrar ser afectos al "Régimen" aunque no lo fuesen, ya que si no la peor de las maldiciones te podía caer, más en los pequeños pueblos donde todos se conocían y sabían de sus inquietudes, sobre todo a aquellos que habían votado por la República lo tenían negro, tenían que demostrar que eran buenos españoles, para eso se inventaron "LAS SUSCRIPCIONES EN FAVOR DEL EJERCITO NACIONAL".
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Estas suscripciones eran atendidas religiosamente por todos los vecinos a lo largo de la guerra y a posteriori se repetían de forma regular y había que donar lo que se tenía, como ejemplo pongo el Periódico "el Avisador Numantino" del 23 de septiembre de 1936 en el que se detalla con nombre y apellidos lo que cada vecino donaba, como este hay a los largo de los años diferentes "atracos", más o menos cada 6 meses.

Ver lo que daban da la visión de las miserias que se pasaban y que desprenderse de esas pocas pertenencias significaban pasar aun más hambre y no era tampoco seguro que no hubiese represalias.

Como ejemplo, mi abuelo Teófilo Pérez "dono" 5 ptas y 12 huevos !!!!, en otros vecinos 2 huevos y un chorizo o una lata de escabeche o medio litro de anís, un anillo, una moneda de oro, etc., en fin que en el caso de mi abuelo desprenderse de 12 huevos significaba que mi padre y mis tíos chuparon piedras durante dos semanas.

Me imagino que si algún vecino no "colaboraba" acababa en la lista más negra, aunque dado el terror y viendo lo que daban entiendo que todos pasasen por el "tubo". 

Otra pregunta que me hago es a donde iban a parar los famosos huevos o el medio litro de anís, lo que estoy seguro es que no llegaba a los pobres soldados del frente, más bien a la cocina de los de derechas y al estraperlo fomentado por estos mismos, osea que los huevos robados con el terror al final acaban vendidos a precio de caviar.