Por contra nos esta regalando una primavera esplendorosa en la naturaleza, pocas veces podemos ver los arboles y arbustos con esa paleta de colores, los ojos se nos llenan de colores y formas y allá donde miramos vemos los colores infinitos de las flores.
Los dos ríos caudalosos, los lirios y los brotes de los arboles de ribera, el verdor de los campos de trigo y cebada que como inmenso manto verde cubre las cañadas y vegas.
Es el preludio del verano, del estío y los colores monótonos y amarillos, pero aun nos deja disfrutar del verdor hasta finales de junio.
La lluvia no nos ha estropeado tanto el disfrute de estos días de semana santa, más bien nos permite sentir los colores del campo y sus olores.
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